sábado, 11 de julio de 2009

CARTA ABIERTA



A las autoridades culturales de:

Gobierno del Distrito Federal

Consejo Nacional para la Cultura y las Artes

Instituto Nacional de Bellas Artes

Universidad Nacional Autónoma de México

Gobierno del Estado de Veracruz

Institutos y secretarías de cultura de los Estados


La casa-museo que Hugo Argüelles construyó durante toda su vida está a punto de perderse. Nuestro admirado maestro Argüelles, creador de obras clásicas en el repertorio del teatro mexicano, compró desde su juventud una casa que fue ampliando con habitaciones y pasillos laberínticos. Paulatinamente fue poblándola con pinturas, esculturas, libros, colecciones de música y su invaluable archivo personal. Ubicó a estos objetos de arte en habitaciones y áreas temáticas, siempre con la idea de obsequiar su Casa-Museo al Pueblo de México. En su testamento, el maestro Argüelles dispuso que a su muerte, ocurrida en diciembre del 2003, la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), encabezada entonces por Víctor Hugo Rascón Banda (†), realizara las gestiones con las instancias correspondientes para que su casa-museo fuera una realidad. El presidente de la Sogem trabajó incesantemente para cumplir con la última voluntad de su maestro, sin embargo las circunstancias económicas y políticas de estos tiempos, aunadas a la insensibilidad y desinterés de algunas autoridades, impidieron que se concretara el proyecto de la Casa-Museo Hugo Argüelles. De acuerdo a una de las cláusulas del testamento, hoy día los herederos del Maestro están en libertad de disponer de los bienes del dramaturgo, entre los que se cuentan más de 17 mil libros, más de 15 mil discos compactos, videos en formato DVD, VHS, beta; revistas, libros de arte, colecciones especializadas de teatro, ópera, opereta, zarzuela; pinturas de reconocidos artistas con los temas de Hugo y de sus obras, artesanías, alebrijes, miniaturas, etcétera; incluido su archivo personal. Los abajo firmantes, miembros de la comunidad teatral y artística, actores, directores, escritores, investigadores, estudiantes y amantes del cine y teatro, así como bailarines, músicos, cantantes, melómanos, pintores y creadores, exhortamos a las autoridades e instituciones de nuestro país a que realicen las acciones pertinentes para impedir que se diseminen los objetos que el maestro atesoró en vida. Pedimos que dispongan los recursos necesarios para entablar una negociación con los herederos del Maestro para constituir formalmente la Casa-Museo Hugo Argüelles. Queremos que este lugar se convierta en un espacio vivo, que pueda ser visitado, donde los interesados puedan consultar la biblioteca, audioteca y videoteca; donde se impartan cursos de dramaturgia, etc. En suma, que siga siendo un recinto de creación, tal como lo imaginó y construyó Hugo Argüelles.Señores Funcionarios y Servidores Públicos, en estos momentos en los que la crisis de valores arrastra a las naciones a un hoyo negro de violencia, el Pueblo Mexicano tiene Derecho a la Cultura. Una Nación sin Teatro vive sin ojos y sin memoria; en sus manos está contribuir a la ceguera ignorante o generar un Legado Cultural perdurable y trascendente.


*Tu firma remítela a artedemirar@yahoo.com.mx para llevar control de la lista.


Gracias.Atentamente


TU NOMBRE BREVE DESCRIPCIÓN TU CORREO

1.- Paz Aguirre. DF.-Su Alumna. Grupo Arte de Mirar. Escribe y actúa

2.- Cristina Michaus. DF. Actriz. Tenzin, S. C. productora, escritora

3.- Enoc Leaño- DF. Tenzin, S. C. Actor, productor

4.- Anna Elia García. DF. Grupo Arte de Mirar. Canta-autora, actriz

5.- Jorge Reyes “Zanco-Totón”. DF. Grupo Arte de Mirar. Actor-zanquero

6.- Carolina Castro. DF. Grupo Arte de Mirar. Directora y actriz

7.- Juan de Dios Rath. Mérida: -Su Alumno-. Escritor y actor.

8.- Silvia Káter. Mérida Yucatán. Actriz.

9.- Ruth Salgado. Puebla. -Su Alumna-. Escritora, locutora

10.-Ruth Jinich. Mérida Yucatán. –Su Alumna-.

11.-Enrique Cervantes. DF. Director y Actor

12.-Enrique Maraver. Artista.

13.-Gonzalo Valdés Medellín. DF. Su Alumno. Periodista, Director.

14.-José Dimayuga. DF. Dramaturgo.

15.-María Isabel Benet. E.U. Actriz.

16.-Joaquín Segura. Artista Visual

17.-Antonio Zúñiga. DF. Dramaturgo.

18.-Thelma Cuervo. Xalapa. UV. Escritora y actriz.

19.-Gabriela Inclán. DF. –Su alumna-. Dramaturga.

20.-Natalia Vega. Editorial Dunken.

21.-Damian Zavala. Teatro la Bodega

22.-Cecilia Campos. DF. Actriz. Univ. Veracruzana.

23.-Rogelio H. Figueroa. Xalapa. Amante del arte.

24.-Armando de la Vega. DF. Actor. CUT-UNAM

25.-Antonio Rojas. DF. Actor mexicano.

26.-Fernando René Arjona. Cancún. Actor, reportero, escritor.

27.- Annel Estrada. Pachuca, Hidalgo. Teatrista.

28.- Betania Benítez Rodríguez. Xalapa. Actriz, guionista. Productora de Radio Univ.Veracruzana.

29.-Luis Casasco. Xalapa. Todo en relación con las Artes Escénicas. UV.
30.- Estela Leñero. D.F. Dramaturga
31.- Teófilo Guerrero. Jalisco. Dramaturgo.
32.- Víctor Castillo, Jalisco.
33.- José Ruiz Mercado. Dramaturgo. Guadalajara, Jalisco, México.

34.- Efrén Roura, Escritor, La Joya , California, EUA
35.- Julia Marichal Martínez.- Actríz. Su alumna en la EAT D.F.

miércoles, 15 de abril de 2009

CELEBRAN LOS 30 AÑOS DE "EL VAMPIRO DE LA COLONIA ROMA", DEL GUERRERENSE LUIS ZAPATA

¡Feliz cumpleaños Vampiro! es el título de la mesa redonda que Quimera Ediciones organizará el 27 de abril en conmemoración de los 30 años de la obra del escritor guerrerense Luis Zapata, El Vampiro de la colonia Roma, festejos que iniciaron en la pasada edición de la Feria del Palacio de Minería y que concluirían durante la tercera edición del Festival de Cine Lésbico gay en Acapulco. El acto se realizará en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM a las 17 horas, el mismo día del cumpleaños de Luis Zapata, y en ella participarán Michael Schuessler, José Dimayuga, Nicolás Ruiz, Eduardo Bush y Luis Zapata quienes serán moderados por Angelina Martín del Campo.
Entrevistado ayer por la tarde, el editor Sergio Téllez-Pon explicó que el ciclo de conferencias en torno a la primera edición de El Vampiro de la colonia Roma tuvo su primera fase en la Feria del Palacio de Minería y abordaron la temática de los posibles nuevos lectores interesados en la obra, pues buscan la validez y la trascendencia del libro con los jóvenes. Agregó que el libro es un clásico de la literatura gay mexicana que es considerado un parteaguas no sólo por la técnica utilizada por Zapata, sino porque representó una identificación para muchos homosexuales que en ese momento realizaron las primeras manifestaciones y consolidación de los derechos y libertad sexual. Expresó que la novela se ha refrendado por la identificación de varias generaciones de lectores y que ha ayudado a que los gay se decidan y “salgan del clóset”. “Desde antes de leer el libro, hace apenas 5 años, he escuchado historias como la de un amante que leía pasajes del texto para definirse, para identificarse y asumir un estilo de vida”, narró Téllez-Pon. Ponderó las virtudes literarias del libro e hizo hincapié en el transgresor lenguaje que utilizó su autor, en un estilo literario que ya es identificable. “Hay toda una estética de la obra de Luis que se refleja en esa obra. No dejo de saber, por las personas que me rodean, qué es lo que el texto ha hecho por esas personas”, sostuvo. Comentó que durante la lectura que se hizo en la Feria del Palacio de Minería, Luis Zapata se dijo sorprendido de que hayan pasado 30 años. Dijo que no existe un género dentro de la literatura denominado “gay”. Añadió que la literatura es una, sin adjetivos, aunque no descartó una separación entre los lectores. “Entre los lectores existen ciertos textos que va adoptando como suyos. La literatura femenina, por ejemplo, hay ciertas obras que se identifican con grupos de mujeres principalmente. Hay algo en esas propuestas que hace que las mujeres se sientan más cercanas, hay características, rasgos, descripciones que tal vez ellas puedan reconocer y generar afinidad”, ejemplificó. Sin embargo, reiteró, eso no delimita la combinación con otros géneros literarios.
–¿Qué diferencia al autor de El vampiro de la colonia Roma con el coautor de Triple función, cuando ya han transcurrido 30 años? ¿Cuál es tu opinión como editor? Se le preguntó.
–La obra de Luis es diversa y versátil. Es un gran escritor. Sabe bien lo que está haciendo, conoce el español, que es la materia prima del escritor y como lo conoce, sabe cómo transgredirlo. No tiene miedo en utilizar distintos estilos, recursos, niveles del lenguaje y cada libro es diferente. En Jirones, Melodrama, Triple Función, cada uno es diferente, eso muestra la versatilidad de Luis tanto en la lengua como en el plano estilístico. En la lectura de la Feria del Palacio de Minería participaron Nicolás Ruiz, joven lector que expresó sus puntos de visa, el propio Téllez-Pon y Eduardo Bush, quien leyó el texto en inglés. Finalmente, Téllez-Pon adelantó que el ciclo de conferencias en torno a la edición publicada por Grijalbo podría cerrarse durante la tercera edición del Festival de Cine Lésbico Gay. La tercera conferencia se realizará el 4 de junio en el palacio de Bellas Artes, participará José Joaquín Blanco y José Agustín, además de Luis Zapata. Habrá un actor que hará una lectura dramatizada de algunos pasajes del libro. (Por Karla Galarce, tomado de El Sur)

jueves, 26 de febrero de 2009

Mickey Rourke vuelve a atacar

Como cuando era niño. Fui al cine y me eché dos películas de corridito. Al terminar de ver una, pegué la carrera a la dulcería a comprar una chapata pues eran horas de la comida. La señorita se tardó horas en preparármela, horas; así que cuando entré a la sala donde exhibían “El Luchador”, resulta que ya había comenzado. Qué coraje me dio. Con lo que me choca entrar al cine cuando ya está comenzada la película. Pero poco me duró el coraje cuando vi a Mickey Rourke después de varios años que no lo miraba. ¿Serían diez, quince? Casi no lo reconocí. Qué rostro tan raro, de nariz operadísima y greñas largas, oxigenadas, hasta los hombro; parecía una vestida sin vestido ni maquillaje. Buenísimo, eso sí, y de tatuajes naturales en algunas partes de su turgente cuerpo. No había caracterización, era el mismísmo Mickey Rourke. Ese aspecto altamente friky iba muy bien con el papel que le toca interpretar en esta película de Darren Aronofsky; sí, el director de “Pi” y “Réquiem por un sueño.” Randy, el personaje de Rourke, es un luchador cuyos momentos de gloria los tuvo en los años ochenta y sigue en activo en época actual, pero un ataque al corazón lo lleva al hospital; y, al salir de él, se pone a buscar chambas y las consigue, aunque nada tienen que ver con su verdadera vocación: la lucha libre. Se mete a trabajar en un súper, en el área de carnes frías, y su frustración va en aumento. Se aficiona a una teibolera, Pam, cuyo nombre de batalla es Cassidy (Marisa Tomei, ¡espléndida, coño!), que también como Randy, está pasada de años, y con los apuros grandes de una madre soltera. Randy también tiene una hija, pero que él no la crió; y la abandonó por mucho tiempo. En esos días de convalecencia, le da por la introspección y busca a la hija para ganársela y llevársela bien con ella. Mientras yo veía la película, pensaba: ¿En dónde acaba Mickey Rourke y dónde comienza Randy? La vida de Randy se parecía tanto a la de Rourke. Luego de una vida en la que se metió drogas, se dedicó al boxeo y ¡utilizó a su esposa cual punching bag!, ¡Mickey, por Dios!, cosa que lo llevó a los tribunales y a ausentarse de la pantalla por su comportamiento agresivo y caprichoso, Mickey Rourke vuelve a darnos uno de sus trabajos más memorables. Mickey se da un segundo chance con "El Luchador", así como Randy luego de su infarto. Harto de su chamba como empleado del súper, Randy regresa al ring a pesar del peligro que le advirtió el doctor. Y el discurso que se echa Randy sobre la importancia de ejercer su arte en la lona, debió de ser el mismo de Rourke que pensó poco antes de regresar a los estudios, un discurso que le sale no desde la técnica Stanislavskyana, sino desde las entrañas del mismísimo Mickey. En ese momento, el espectador cae en la cuenta de que la película no sólo nos muestra los entretelones de la lucha libre o la caída de una estrella (tema tan preciado a Hollywood) sino que es también una metáfora, una reflexión sobre la necesidad de ejercer el talento que trae todo artista. Hay que ser fieles y congruentes con esa vocación, y expresarla pese a todo.
“El Luchador” ganó el León de Oro a la mejor película y el premio al mejor actor. A Mickey no le dieron el Oscar, pero yo le doy mi corazón; je, je.

miércoles, 18 de febrero de 2009

¡Me quiero bajar!

En la década de los setenta circulaba un póster en el cual aparecía Mafalda que, con la boca bien abiertota, decía: “¡Paren al mundo! ¡Me quiero bajar!” Pues con esta misma frase estoy acabando el día. Me quiero bajar del puro susto.
Resulta que yo iba saliendo del metro cuando vi que hacia mí se dirigía Fermín, un cuate que estudiaba teatro en la Facultad. A pesar de que él llevaba gafas oscuras, lo reconocí, y le dije: “¡Fermín, qué gustazo de verte! ¿De dónde vienes?” El, al punto me la dejó ir. Dijo: “Vengo del hospital. Tengo que venir para que me chequen la cara porque un estúpido baboso me la hizo pedazos el año pasado.” Fermín se quitó las gafas y me mostró su nariz. En el tabique, entre ceja y ceja tenía un cicatriz roja.” Me tuvieron que poner una prótesis”, dijo. Y yo pensé: Pues no le quedó tan mal; porque la nariz dantesca de Fermín le afeaba la cara; y digo dantesca, no por diabólica sino porque tenía el mismo perfil del Dante Alighiere que aparece en las estampitas que venden en las papelerías. Pero no le comenté nada a Fermín porque hubiera sonado como un chiste de mal gusto. Fermín continuó: “Pero el pendejo dice que no va pagar la curación. Está entambado, y quiero que continúe allí por el resto de sus días, y que me pague, me tiene que pagar.” Fermín ya no me dio más información sobre cuáles fueron las causas de la golpiza, ni yo le quise preguntar porque me dio harta pena. Pero, no sé porqué, me imaginé que fue un chichifo el que lo golpeó. Para cambiar el tono de la conversación le pregunté si seguía trabajando en la UNAM; me dijo que sí y, “al fin estoy haciendo lo que siempre soñé: trabajo ante grupo; doy clases de actuación. Porque sí te acuerdas que trabajaba en el área administrativa, ¿verdad?” Yo le dije: “¡Oye, pues qué gusto, ¡muchas felicidades! Ya ves que, así como no hay dicha completa, tampoco puede haber desgracia completa.” Femín y yo nos despedimos con un fuerte abrazo. Y me fui al Centro con las piernas tembeleques de la pura impresión.
Al regresar del Centro, sonó mi celular. Era Rolando. Un cuate que conocí en una feria de libro y nos hicimos noviecines un tiempecillo. Y nomás de repente dejó de buscarme. Yo me dije: “No, pues otro más que aburro. Ni modo.” Total que contesto el teléfono y me dice: “Te he llamado a tu teléfono fijo y me dice una grabación que ya está dado de baja.” “Así es, le dije, lo di de baja porque una empresa llamaba seis veces al día para cobrarle a un tipo que había dado mi número telefónico. Qué milagro, cuenta, ¿qué ha sido de ti?” Y me va diciendo que el 15 de diciembre lo secuestraron. Había ido a dejar una amiga a la Terminal de Taxqueña. Se despidió de ella; se dirigió hacia el metro y al acabar de subir las escaleras, y justo en el puente que conduce a la entrada del metro, le salió un tipo gordo horroroso y comenzó a gritar: “¡Tú fuiste el que me robaste, hijo de tu pinche madre!” Y el tipo lo golpeó y Rolando cayó al suelo. Él quiso defenderse a palabras y a golpes, pero surgieron tres tipos disfrazados de policías y lo mantuvieron bocabajo, presionado contra el piso de tal modo que no se podía mover. Entre los cuatro lo pateaban e insultaban. Y la gente que iba al metro pasaba y apresuraba el paso para no terminar con un golpe. Total que los cuatro hombres se llevaron a Rolando, hecho un santo Cristo, a una camioneta. Y lo clásico: le quitaron tarjetas y las vaciaron en un cajero automático. A Rolando lo fueron a botar en un callejón de Cuernavaca. Así como lo lees: de Cuernavaca. Fue por él su hermano y lo primero que hizo fue meterlo al hospital donde le remendaron la cara. Rolando me dijo: “Ora que nos veamos, no te saques de onda cuando me veas, porque no me vas a reconocer.” Y yo, la verdad, no quiero verlo y no reconocerlo.
Qué cosas. Dos historias con la misma cara del horror. Y Yo como Mafalda: “¡Paren al mundo!...”

domingo, 8 de febrero de 2009

PERSONA

Una vez soñé que yo era el actor de una obra de teatro y en plena función, delante de harto público, se me olvidó el texto. No sabía qué parlamento me tocaba. Mi partenaire esperaba el pie, y yo no pude darle el pie, ni la mano ni la voz. Me quise morir. Mi vergüenza fue tanta que desperté. Lo mismo le pasó a la actriz Elizabeth Vogler en la película Persona (1966), de Ingmar Bergman. Durante la función, a la actriz se le fue el texto; soltó una tosecita y se puso a reír. Se la llevaron de urgencia al hospital, porque se quedó muda. Estuvo internada varios días. Pero su estancia allí no consiguió devolverle la voz. La doctora (Margaretha Krook), le pone de planta una enfermera, Alma (Bibi Andersson), para que la atienda. La enfermera se presenta ante la paciente sin saber que sería el inicio de una relación bastante peculiar. Los días pasan y la actriz nomás no se cura. La doctora, de plano, le dice a Elizabeth que en el hospital no pueden hacer más por ella. Le da a entender que ahueque el ala, pero para que no se oiga feo, le dice que le presta una cabaña que tiene a la orilla del mar. A la actriz le parece buena idea; hace sus maletas y se va a la casa que le prestan, acompañada de la enfermera Alma. Y allá, en los días playeros, Alma le cuenta muchas cosas de su vida. Y Elizabeth sólo escucha, pues ya dije que no puede hablar; sin embargo, somete como un verdugo a la enfermera. Hay varios momentos en que hay tal compenetración que uno llega a pensar: seguramente se van a acostar, pues las dos son unos cueros de mujeres, y pienso que la peli es, entre otras cosas, un homenaje a la belleza nórdica; pero no, no se acuestan. Sin embargo, Pasa lo peor: Elizabeth le chupa la sangre, literalmente, cual vampira, a Alma. Y Alma, como cualquier víctima de vampiro, se deja chupar la sangre y el Alma. Por chistoso que suene: Alma se queda sin alma. Adquiere otra personalidad. Y uno se asusta de pronto porque uno se siente como en una peli de horror; lo siniestro de la relación sale a la superficie. Pero, de tanto en tanto, Bergman corta la peli, como si la cinta se rompiera por exceso de calor o distracción del cácaro, y esto se agradece porque entonces uno se toma el tiempo para decirse: “Ay, pues es una película; es ficción, eso no existe.” Luego de estos rompimientos o distanciamientos brechtianos, la peli continúa para que más adelante Bergman nos vuelva a hipnotizar con su historia de pasión esquizofrénica, nos meta los colmillos en el pescuezo como lo hace la malvada Elizabeth con la señorita Alma. Qué cosa. Y hasta aquí dejo este comentario para que no se me cuele un spoiler como dicen los grandes críticos del séptimo arte.

martes, 3 de febrero de 2009

Wild tigers I have Known

El guión de Wild tigers I have known, de Cam Archer, lo podemos dividir en dos partes: la primera versa sobre el mundo de Logan (Malcolm Stumpf), un chico de 13 años de edad que va a una escuela que le aburre. No encaja en ella. Vive al margen de ella; alude a la imaginación para compensar sus deseos reprimidos. Cuando asiste a una fiesta de sus compañeros, sueña con verlos a todos muertos. La segunda parte, nos habla del deseo de Logan: se enamora de Rodeo (Patrick White), un chico mayor que él. Los dos son amigos; a los dos les aburre la escuela; los dos se reconocen como dos tipos que no encajan en ningún lugar; los dos son, pues, “raritos”. Logan se enamora de Rodeo, y para confesarle ese deseo abrazador que sólo se adolece en la adolescencia, asume el papel de chava. Le hace llamadas telefónicas diciéndole que se llama Lía. Y yo no sé para qué tanto lío si el tal Rodeo es su amigo y no muestra ningún rasgo de homofobia sino todo lo contrario; bien pudo ligárselo sin ningún rodeo. Pero, entonces hubiera sido una historia de amor, y esta es una peli azotadita; supongo también que al protagonista había que ponerle un obstáculo para que el guión tuviera una complejidad, de lo contrario sería una historia poco entretenida. Sin embargo, me aburrió, pese a la “poesía” de las imágenes, a las sugerencias y símbolos: una tarántula que se pasea por la pantalla, luego tigres pero son leones que son muchachos raros, que son los miedos a lo extraño, uf.

jueves, 23 de octubre de 2008

O amanhá



Hay ocasiones en las que uno siente que las cosas le son adversas, o que las cosas están atoradas y no fluyen como debieran, o que anda cargando el mundo como aquella imagen de Charles Atlas con el globo terráqueo sobre el lomo, y siente que las piernas se estremecen y no sabe cómo debe continuar uno. Lo mejor, dicen algunos religiosos, es dejárselo a Diosito, decirle, "no puedo más y hay te dejo el pequeño paquetito, mano". Yo cuando ando en estas que acabo de referir, canto aquella canción de Simone, "O Amanhá", una canción que data de los inicios de los ochenta; esta canción me la regaló junto con otras, en un casét, mi amiga Elení Zatti, brasileña de origen italiano, que en 1981 me dio clases de portugués en el CELE de la UNAM. Recuerdo que me envió la letra junto con otras de Gilberto Gil ("Rebento", etc.), cuando sufrí una fuerte depresión que me aventó hasta Palma Gorda, mi lugar de origen; abandoné la Universidad, amigos y mi queridísimo DF. Entonces, Elení se solidarizó conmigo y me mandaba cartas llenas de poemas y canciones. Yo, desde entonces, adopté la canción de "O Amanhá", y la uso como oración "¡y me rescata de las garras de la jodida!" Léala y cántela y verá que sí da resultado. Es una pena que no sepa trepar las músicas en mi blog, pero en cuanto sepa, la monto. Perdón, ya supe. La encuentras en la columna lateral. Hay varias versiones. Esta es la letra:

O AMANHÁ
A cigana leu o meu destino
Eu sonhei Bola de cristal, jogo de búzios, cartomante
Eu sempre perguntei
O que será o amanhã
Como vai ser o meu destino
Já desfolhei o mal-me-quer
Primeiro amor de um menino
E vai chegando o amanhecer
Leio a mensagem zodiacal
E o realejo diz Que eu serei feliz Sempre feliz
Como será o amanhã
Responda quem puder
O que irá me acontecer
O meu destino será como Deus quiser